Ver paredes blancas no es una opción en mi cuarto.
No había hecho algo tan divertido y resbaloso como esa sesión fotográfica con mis amigas.
Sentir los colores con nuestras manos y en nuestra piel fue padrísimo. Es un recuerdo que quedará para siempre impregnado en esas paredes y en nuestras memorias.
GUOU, se ve que la pasaron super increible, que grandes experiencias !!
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