miércoles, 13 de marzo de 2013

Arte Viviente

Ver paredes blancas no es una opción en mi cuarto.











No había hecho algo tan divertido y resbaloso como esa sesión fotográfica con mis amigas.

Sentir los colores con nuestras manos y en nuestra piel fue padrísimo. Es un recuerdo que quedará para siempre impregnado en esas paredes y en nuestras memorias.

1 comentario:

  1. GUOU, se ve que la pasaron super increible, que grandes experiencias !!

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